Los procedimientos quirúrgicos incluyen cirugía oral y de la mandíbula, patologías como quistes en tejidos blandos o dientes, tumores (resección apical), tratamiento de dientes rotos y hueso de la mandíbula, extracción o desplazamiento de dientes que están enterrados en el hueso de la mandíbula y los ajustes en el hueso duro y tejidos blandos para facilitar la fabricación de prótesis cuando sea necesario. El dolor regional en la cara de la mandíbula, las enfermedades de la articulación temporomandibular y las enfermedades de las glándulas salivales también son preocupaciones de la cirugía de la mandíbula. La identificación de los síntomas orales de diversas afecciones sistémicas y su tratamiento también se pueden manejar gracias a la cirugía de la mandíbula.
Las técnicas quirúrgicas avanzadas como la colocación de implantes en el hueso de la mandíbula, los procedimientos de aumento con injertos óseos y membranas también están dentro del ámbito de aplicación quirúrgica.
Otro campo de aplicación en la cirugía de la mandíbula son las anomalías congénitas o contraídas de la cara de la mandíbula. El labio leporino o el paladar hendido con frecuencia, la capacidad de masticación y la deformación estética debido al prognatismo o retrognatismo se encuentran entre tales anomalías.
El diagnóstico en la cirugía de la mandíbula se complementa con radiografía periapical y panorámicas, así como con tomografía, lo que permite planificar el tratamiento al llegar a un diagnóstico preoperatorio definitivo. Para tener éxito tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, se debe adoptar un enfoque multidisciplinario que incluya otras ramas de la odontología, como la ortodoncia y las prótesis dentales.
Los procedimientos quirúrgicos que involucran enfermedades orales y de la mandíbula se realizan bajo anestesia local (regional). Antes de la cirugía, deben tenerse en cuenta las preocupaciones genuinas del paciente y las condiciones sistémicas actuales, y el plan de tratamiento debe prepararse en consecuencia.